Ya hace dos años.
Aunque pasen muchos más, será imposible olvidarme de muchas cosas, que sólo él pudo hacer:
decirle a nuestro primo de 8 años 'piensa en algo, piensa en putas'. Llamarme cacetilla por ser zurda. Comer albóndigas de pobre. Correr con nosotras por el pinar haciendo de lobo. En medio de llanto familiar sacarnos una sonrisa a causa de una mala sonada de mocos. sopas de hajo con un huevo crudo, y un sabor especial. Hacer pasatiempos en el avión tranquilamente (después de reñir a Sara por llorar por mi culpa). Las aceitunas picantotas. Darme su relleno, porque sabía que me gustaba. Miles de pesetas gastadas en la dulce burbuja. Esperar toda la semana para vernos los domingos...
No me pongo dramática ni mucho menos, no hay nada mejor que los buenos recuerdos.
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