La organización en la exitosa atracción de Disneyland París roza lo
racista absurdo. En una barquita de 7 u 8 filas de bancos subieron un grupo de negros, que llenaron las 3 o 4 primera filas. a continuación los organizadores subieron a unos blancos en las filas de atrás, dejando entre medias un banco vacío. ¿Casualidad?
Si, he ido a Disneylandia, regalo de Mosi. Algún día hablaré de ello.
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