Me acuerdo que de pequeña cuando estaba en el pueblo con mi hermana y mi primo nos dedicábamos a ir con nuestra minicarretilla roja de plástico a la iglesia, ya que a los alrededores habían sido enterradas personas hacía años (años o siglos incluso) y cogíamos huesos, jugábamos a que eran huesos de dinosaurios y pensábamos a qué parte del dinosaurio había pertenecido en concreto.
Qué tierna infancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario